Originalmente fueron eremitorios medievales excavados en las margas de la ladera que preside la ermita mozárabe, dejando como techumbre el estrato rocoso del páramo. Están orientadas al sur y al poniente, con la zona habitable -cocina y habitaciones-asomada al exterior y la zona económica -horno, pesebres y cuadra- al interior. A su vez, la zona habitable se organiza en nocturna y diurna, en función de su ventilación e iluminación. La zona económica recibe luz y aire por el portal que separa la cocina (con trébede y horno) de las habitaciones. Los techos son planos, de roca caliza, y bajos: alrededor de 1,85 metros. El suelo de la cocina es de ladrillos macizos y el de las habitaciones de baldosas. Estuvieron habitadas hasta mediados del pasado siglo.
El Ayuntamiento está ejecutando un proyecto de recuperación de dos cuevas para Oficina de Turismo y Museo de la Vivienda Troglodita, a la vez que consolida el conjunto y convierte su parte superior en Mirador del Valle del Pisuerga.
SIGLOS X-XVIII.